Analizan letra chica y destacan contradicciones del discurso

Días después de haber presentado la mesa política federal para mejorar la relación con los gobernadores, el presidente Javier Milei dio un giro inesperado en su discurso sobre el Presupuesto 2026. En una de sus afirmaciones, mencionó que el gasto público nacional está por debajo del que realizan las provincias. Esta declaración no pasó desapercibida y generó reacciones en las gobernaciones, que señalaron “contradicciones” en el mensaje del presidente. Ellos planean analizar a fondo esta “Ley de Leyes.”

El economista libertario realizó esta presentación por cadena nacional, donde delineó el proyecto que enviará al Congreso. Si se aprueba, será la base de la política presupuestaria para su tercer año de gestión, que él llama “gestión violeta.” En esta ocasión, a diferencia de las anteriores, su discurso fue más moderado, una respuesta clara a la derrota de La Libertad Avanza en las elecciones del 7 de septiembre. Sin embargo, se mantuvo firme en su principio de que “el equilibrio fiscal es la piedra angular de nuestro plan de gobierno.”

Durante el discurso, que duró aproximadamente quince minutos y se transmitió a las 21 horas, también abordó el tema de las cifras. En este contexto, los gobernadores fueron nuevamente mencionados, con el objetivo de reconstruir la relación buscando no solo la aprobación del Presupuesto 2026, sino también abordar futuras reformas en áreas laborales, previsionales y fiscales.

Milei afirmó que “este presupuesto presenta el menor nivel de gasto a nivel nacional en relación al PBI de los últimos 30 años.” Remarcó que, por primera vez desde la década del 90, el gasto nacional está por debajo del gasto provincial. Esta afirmación fue interpretada como un cuestionamiento al manejo de las cuentas públicas por parte de las provincias.

Desde una de las provinciales, la primera reacción a estas afirmaciones fue clara: “¿En relación a qué y en comparación con qué?” Un funcionario del Ministerio de Economía provincial planteó que, en este momento, el Ejecutivo nacional no tiene control sobre los gastos en educación, salud y seguridad, áreas que corresponden a las gobernaciones. “La Nación delegó la seguridad en las provincias,” explicó. Esta aclaración llevó a cuestionar de dónde saca el presidente esos datos.

Hasta no hace mucho, las 24 provincias y la Ciudad tampoco habían presentado formalmente su propio Presupuesto 2026. La mayoría decidió esperar a que la Nación divulgue sus variables macroeconómicas antes de presentar su propia propuesta. “Si las provincias aún no presentaron el Presupuesto, ¿cómo puede afirmar que el gasto nacional será menor?” cuestionaron, añadiendo que hay “contradicciones” en el discurso presidencial.

En cuanto a anuncios sobre aumentos en educación, salud y discapacidad, también surgieron dudas sobre las comparaciones que se estaban haciendo. En los últimos años, el Gobierno optó por gobernar sin un presupuesto aprobado, lo que complicó las proyecciones. “¿Con qué está comparando ese aumento?” se preguntó un funcionario, mencionando que la ejecución presupuestaria ha tenido una notable caída.

Desde otra província expresaron que el discurso de Milei fue “bastante incongruente,” ya que prometió trabajar con los gobernadores, pero al mismo tiempo rechazó medidas clave para las provincias. “Dice que va a trabajar con ellos, pero vetó la ley de reparto automático de Aportes del Tesoro Nacional,” critican, refiriéndose a un aparente deslizamiento entre palabras y hechos.

No todos los comentarios, sin embargo, fueron de desaprobación. Rogelio Frigerio, gobernador de Entre Ríos, salió a defender al presidente. Reconoció el “compromiso innegociable con el equilibrio fiscal” y destacó que Milei es consciente de que muchos argentinos la están pasando mal. Frigerio subrayó la importancia de los aumentos por encima de la inflación para jubilados y personas con discapacidad.

Además, él instó a no caer en las trampas de quienes nos llevaron a crisis previas, reforzando la idea de que no hay retorno al pasado, el cual asoció con “demagogia y populismo de los últimos 20 años.”

Así, la discusión sobre el nuevo presupuesto y las relaciones públicas sigue en el aire, mostrando un panorama lleno de desafíos y oportunidades para el futuro.

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